▷ Varices en la Embarazada

La gravidez se ha asociado fuertemente con un aumento del riesgo para desarrollar varices cuya posibilidad varía en diversas poblaciones en estrecha relación con la herencia y el número de embarazos, tanto así que algunas mujeres atribuyen la aparición de sus venas varicosas al momento cuando han estado embarazadas y su empeoramiento a embarazos sucesivos (a mayor cantidad de embarazos mayor riesgo).

De esta manera las probabilidades para el desarrollo de venas varicosas aumenta en las embarazadas significativamente, hasta en un 82%, en comparación con las mujeres quienes nunca lo han estado. 

Varias teorías intentan explicar la aparición o el empeoramiento de la enfermedad varicosa durante el embarazo, una de ellas habla a favor del efecto que podría generar la compresión mecánica del útero grávido, no obstante, tenga un razonamiento basado en la lógica la verdad es que las dilataciones venosas en las embarazadas comienzan su desarrollo en las primeras semanas de embarazo, cuando el aumento en el volumen uterino aún es insignificante.

No quiere decir esto que el volumen o peso uterino no tengan importancia, hay evidencia de compresión mecánica del útero en las venas ilíacas y la vena cava inferior, especialmente en el último trimestre del embarazo pueden explicar en buena parte la formación de las varices vulvares que surgen con frecuencia en este período del embarazo. Para el tercer trimestre el flujo sanguíneo en las venas femorales disminuye progresivamente proporcional al aumento del volumen uterino, hasta en un 50%. En algunos casos, el útero ocluye completamente la vena cava inferior con la paciente en decúbito dorsal o en decúbito lateral derecho.

Una de las teorías más aceptadas que explica la afectación venosa durante el embarazo es la teoría hormonal que señala que las alteraciones en la presión venosa serían causadas por un aumento de ciertas hormonas vinculadas a la gestación, tanto estrógenos como de progesterona. Ha esta teoría podemos sumar una predisposición hereditaria para el desarrollo de la enfermedad varicosa.

El aumento de la progesterona produce hipotonía de las fibras musculares lisas y de la estructura muscular de la pared venosa aumentando su distensibilidad, que alcanza hasta el 150%, volviendo a los valores normales en 8 a 12 semanas después del parto.

Otros factores de riesgo de la enfermedad venosa durante el embarazo son:  la edad, el número de gestaciones y el aumento del volumen de sangre durante el embarazo.

Sobre la edad se observa que a medida que aumenta la edad de la paciente va aumentando el riesgo de desarrollar varices. Y en relación al número de embarazos:  a mayor cantidad de embarazos mayor riesgo.

Referencias

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3. James Andra H. Venous Thromboembolism in Pregnancy. Arteriosclerosis, Thrombosis, and Vascular Biology. 1 de marzo de 2009;29(3):326-31.

4. Sucker C. Prophylaxis and Therapy of Venous Thrombotic Events (VTE) in Pregnancy and the Postpartum Period. Geburtshilfe Frauenheilkd. enero de 2020;80(1):48-59.

5. Ewins K, Ní Ainle F. VTE risk assessment in pregnancy. Res Pract Thromb Haemost. febrero de 2020;4(2):183-92.

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